La redacción más increíble del Rock´n Roll

Un tal Thompson, doctor en Periodismo, dijo que San Francisco en el año 1967 era un lugar donde merecía la pena vivir. Una ciudad que excusaba a los jóvenes y los no tan jóvenes para salir, beber, colocarse, descubrir nuevos sonidos, unirse al movimiento hippie y a la cultura del rock ́n roll, protestar contra de la guerra de Vietnam y contra aquél capitalismo salvaje que no había hecho más que empezar, enamorarse, sangrar, volar y derrapar. Aquel Thompson también dijo que…nos encontrábamos todos en la cresta de la ola, una gran ola que parecía no tener fin. En efecto, pocos años después llegaron los setenta y junto a la muerte de los Beatles, murió la década más preciosa de todas las habidas. La ola se había disuelto y solo quedó la espuma.

RS

Annie Leibovitz y Jann S. Wenner en las oficinas de Rolling Stone en el 625 de Third Street en San Francisco. 1973

Aquellos años precisaron de una publicación que reunió todas aquellas sensaciones. Un nombre que dio a la publicación consistencia y que surgió a raíz de una canción de Muddy Watters, de la cual también muchos otros grupos y artistas sacaron material para sus carreras musicales. Ocurrió en aquel invierno californiano del 67 el nacimiento de la revista Rolling Stone, dedicada a la música y a la cultura popular de aquel fin de década que, publicándose quincenalmente, a medida que pasaba el tiempo fue sufriendo varias transformaciones, tanto en contenido como en estilo de redacción, hasta llegar a lo que hoy en día es.

Rolling Stone fue fundada por Jann S. Wenner y Ralph J. Gleason. El primero de ellos sigue siendo su editor hoy en día. A lo largo de los años ha contado entre sus filas con verdaderos monstruos de la palabra y de las historias. Los más destacados y los cuales alcanzaron la fama por su talento ante la máquina de escribir, su destreza y su nuevo estilo llamado nuevo periodismo fueron nada más y nada menos que Lester Bangs (considerado el mejor crítico de rock de la historia), Hunter S. Thompson (conocido por sus reportajes psicodélicos y rebosantes de anfetas), Joe Eszterhas (escribió un magnífico reportaje de investigación sobre la muerte de un jefe de policía de un pequeño pueblo de Idaho), Ben Fong- Torres (nos mostró la vida diaria de Ike y Tina Turner), David Fricke (una eminencia de hoy en día que ha pisado incontables escenarios y backstages), Annie Leibovitz (conocida fotógrafa que vendió muchas de las portadas de la publicación), Tom Wolfe ( el refinado escritor de muchas novelas y reportajes del nuevo periodismo) y muchos otros afortunados más. Una lista interminable de talentosos redactores que hicieron de Rolling Stone un diamante en bruto, pero que con los años fue perdiendo su propio brillo. La revista comenzó a publicarse con el mismo nombre y mensualmente en Latinoamérica y alrededor de Europa. A medida que transcurrían los años fue tomando un tono más político y social (del que rehuía en un principio), sin dejar a un lado la música. Pero el estilo fue cambiando. De solo publicar Rock ́n Roll, recibió un duro cambio, adaptándose a la escena musical de los años venideros. Para que se entienda bien, Justin Bieber fue portada de Rolling Stone en el año 2013.

En España, la revista ha sido editada por PROGRESA desde 1999, con artículos locales y traducciones. Cuenta con varias secciones especificadas en el índice de la primera página. Las principales son, Start, una introducción que baraja varios temas y curiosidades del mes). La siguiente sección es la de Estilo & RS. Una especie de mezcla entre música y estilo. La guía, donde se puede encontrar temática como cine, música, internet, novedades, viajes (hasta 2007 no existía esta sección) y libros. La última de todas es la Cara B, donde se recogen anécdotas y curiosidades de artistas y acontecimientos.

Hoy en día, Rolling Stone sigue imprimiéndose en la mayoría de países, a pesar de que hay alguno que no ha podido con todo el peso que conlleva (España precisamente dejó de publicar la revista hace unos cuantos meses). Su futuro es incierto, estamos en una era en la que el rock no toma tantas portadas como en anteriores años y los artistas están siendo sustituidos por nuevas celebridades. Dudo mucho que vayamos a presenciar la muerte de Rolling Stone como tal, porque la verdadera revista murió hace ya muchos años y la actual es una versión zombie que no alcanza, en mayor medida, lo increíble que fue la original.

Una vez leí que el Rock´n Roll finalmente había muerto, pero que el funeral de este estaba siendo cojonudo. Es posible que Rolling Stone esté siendo la cronista de esta triste pero grandiosa despedida final.

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